Este 11 de octubre de 2016, Samsung ha anunciado la suspensión definitiva de la fabricación y venta de sus dispositivos Samsung Galaxy Note 7. Lo que comenzó por unos cuantos terminales que se incendiaban, es ahora la mayor vergüenza para la compañía.
Lo peor de esta situación, es la perdida de la confianza de los usuarios y obviamente la pérdida monetaria para la compañía.
Samsung Galaxy Note 7 marcará un antes y después para Samsung
Cuando se comenzaron a incendiar las primeras baterías de los Samsung Galaxy Note 7, la compañía inmediatamente le atribuyó el problema a la batería del fabricante SDI y comenzó una campaña para que los usuarios devolvieran los terminales defectuosos y los remplazaran por los nuevos modelos, los cuales, tenían detalles diferentes para poder distinguirlos y la batería provenía de otro fabricante.
Pero lo que no se esperaban los usuarios, era que volvieran a surgir casos de incendios de los dispositivos al momento de cargarlos. Por lo que la compañía surcoreana decidió dar un fin definitivo a la fabricación y venta de estos dispositivos; que más que ganancias les están generando dolores de cabeza.
Ya en Estados Unidos el programa de reemplazo fue cancelado y no venden el dispositivo, al contrario, están cambiándolo por otro diferente.
Lo más triste es que solamente brilló dos meses, pues en agosto salió a la luz, se incendió en septiembre y en octubre solamente quedarán las cenizas de lo que prometía ser un excelente Smartphone.
A pesar de no haber tenido Quick Charge 3.0, de contar con una memoria RAM de 4 GB y un precio elevado, como opinión negativa de algunos usuarios, fue el mismo dispositivo que se sepultó y con él la buena reputación de Samsung.
La compañía solamente le resta iniciar una investigación profunda acerca de estos fallos, recordemos que los dispositivos son puestos a múltiples pruebas antes de salir al mercado, por lo que para los usuarios, estos incendios van más allá de un simple descuido por parte del fabricante Coreano.