A la hora de elegir una fuente para nuestra web, logo, documento o cualquier tipo de diseño, podemos preguntarnos, ¿qué fuente es la más adecuada, Serif o Sans-Serif?
Esta elección es de vital importancia, ya que la legibilidad y experiencia que tendrá el usuario será marcada en gran medida por el tipo de fuente que utilicemos.
En este post, veremos los conceptos básicos de estas dos tipografías para saber diferenciarlas mejor y que fuente deberíamos utilizar en según que proyecto vayamos a utilizarlas.
Fuentes Serif
Serif o serifa, son pequeños remates o líneas unidas que se utilizan al final de los trazos de las letras.
Este tipo de líneas decorativas que se usan en la tipografía (fuentes serif), hacen que mejore la legibilidad de un texto de cara al lector.
Esta mejora en la legibilidad que aportan estas fuentes, es la explicación de porqué la mayoría de periódicos (sobre todo en papel) usan este tipo de letra.
Fuentes Sans-Serif
Sans-Serif significa «sin serifas«, y podemos considerar una fuente de este tipo cualquiera que no tenga presentes las pequeñas terminaciones al final de los trazos de las letras.
Este tipo de fuentes suele utilizarse en las páginas webs.
En Resumen
Las fuentes Serif son las que incluyen la serifa en cada una de las letras, mientras que las Sans-Serif carecen de ellas.
Las primeras son las más recomendadas para medios impresos mientras que las segundas son más indicadas para web y digital.
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